LAS
7 LEYES UNIVERSALES
El Kybalión explica las 7
leyes de la magia Jeka o Leyes Universales, que es como se conoce la magia
egipcia.
Se dice que Hermes es una escuela de pensadores que se acreditan
ideas griegas y egipcias. Estos pensadores recogieron una serie de escritos en
la época Helenista del siglo III y IV antes de Cristo. En esa etapa la cultura
egipcia ya tenía influencias griegas y se creó una síntesis.
Por un lado los
historiadores dicen que para saber quién fue Hermes existen dos posibilidades. Una
de ellas habla de los discípulos de este personaje y de esa escuela de
pensadores. La otra versión cuenta que en la época de Tolomeo y Pasmético entre
los siglos VI y VII antes de Cristo fue un sacerdote egipcio llamado Hermes al
que nombraron tres veces grande por sus conocimientos y de ahí nació la idea de
dar a este personaje la categoría de Deidad y por ello lo conocen como a Thot,
Dios de la Sabiduría, de la Magia y del Conocimiento.
Hermes dio al mundo varias
obras, la más conocida es el Kybalión donde se recogen las 7 leyes, pero
también es el autor de La Tabla Esmeralda que contiene los 12 principios alquímicos.
La obra de Corpus Herméticus
es la reunificación del pensamiento y por último están Asclepio y Pohimandres
que tratan sobre la idea de la Creación.
EL Kybalión, fue encontrado
en una pirámide y el libro de la Tabla Esmeralda, debajo de una baldosa que
estaba bajo la figura de Toht.
Las leyes que muestra el
Kybalión son:
1. La ley Mental
2. La ley de la Correspondencia.
3. La ley de la Vibración.
4. La ley de la Polaridad.
5. La ley del Ritmo.
6. La ley de Causa y efecto.
7. La ley del Género
Según Hermes en una de sus
citas nos informa de que todo aquél que comprende las leyes universales tiene
abiertas las puertas de conocimiento y con ello la llave mágica de la vida.
1. EL PRINICIPIO DEL
MENTALISMO.
“El universo es mental”
La ciencia nos explica que
sólo somos capaces de captar una parte muy pequeña de lo que nos rodea. Por
ello deberíamos tener una predisposición abierta hacia ciertos fenómenos que no
somos capaces de localizar por la falta de visión de los mismos. De hecho
nuestra mente no cree en aquello que no puede ver. Pero eso no significa que no
sea capaz de desarrollar la facultad de obtener una visión más amplia del
entorno.
Un ejemplo de ello son las
personas que han vivido el efecto Lázaro. Gente que ha estado clínicamente
muerta por un periodo prolongado de tiempo y que su encefalograma se mostraba
completamente plano, lo cual es una prueba irrefutable del fallecimiento de un paciente.
Cuando algunas de estas personas “resucitan” llegan a desarrollar nuevas habilidades,
de las cuales anteriormente no habían tenido consciencia, como por ejemplo la
telepatía o la telequinesis. Amén de una nueva predisposición hacia la vida,
llegando a modificar sus actitudes y conductas.
Cuando nos integramos con lo
que nos explica la física cuántica y empezamos a entender que el entorno es mucho más amplio de lo que se supone, que existen
dimensiones y mundos paralelos, que el tiempo y el espacio hay otra formas de
medirlos. Ya empezamos a abrir las puertas de la primera ley.
Saber que quizás podría
haber lugares no físicos que cohabitan con nosotros, ocupando el mismo espacio
con diferentes tiempos. Esto es algo tan complejo a nuestro sistema de
comprensión que complica la parte de apertura mental que se requiere para
proceder a utilizar la primera ley.
Por ello tenemos un
instrumento fundamental dentro de cada uno de nosotros, que es el desarrollo de
la imaginación, el uso de la misma, y la realización de aquello que se imagina.
Hermes nos habla del Templo Mental y dice que hay que desarrollar tres poderes
y aunarlos. la Energía, el Poder y la Materia deben ser como una única
autopista que nos conduzca hacia el destino que se desea.
Cualquier cosa o situación
que una persona pueda llegar a imaginar, cualquier lugar, ubicación o forma que
un individuo pueda llegar a soñar, ya está para la mente ocupando un lugar de
creencia y conocimiento. Hacerlo posible ya es cuestión de voluntad y de fe.
De hecho la fe es uno de los
puntos fundamentales para la ley Mental, pues la creencia en algo supone tener
un mundo de posibilidades.
Todo es mental, el universo
es mente y esta máxima nos da a entender que todo el Conocimiento está dentro
de cada uno de nosotros. Es así mismo una invitación a la unidad y a
simplificar cualquier acto, acción o emoción con la vida interior. Con la confianza de que somos arquitectos de una
realidad personal y que participamos activamente en los hechos que acontecen en
cualquier área o lugar de nuestro sistema de vida.
Somos guionistas de vida
desde un punto de vista netamente espiritual y la fe nos llama a un gran acto
de confianza con nosotros mismos para comprender que la realidad está sujeta a
tantos cambios como podamos llegar a imaginar y que además cada una de las
cosas que imaginamos está sucediendo al mismo tiempo en diferentes tiempos y
espacios.
La cuestión es saber
“atrapar “el momento que más se acerque a tu sueño de vida y evitar en lo
posible la zona mental que nos limita por falta de visión creativa y
evidentemente nos limita por poca practica de las capacidades perceptivas.
Al margen de las personas
que tienen una cierta habilidad o sensibilidad para ver o intuir otros mundos,
o captar ciertos mensajes (canalizaciones, mediumnidad, precognición, etc.) Hay
grandes magos que han mostrado al mundo una pequeña parte de lo que la primera
ley nos dice.
Personajes como Houdini,
Anthony Blake, Uri Geller, David Copperfield y muchos otros más, nos han
enseñado que se pueden realizar acciones que parecen producto de algo
sobrenatural.
Y es que estamos hablando de
magia. Lo que entendemos por magia que es llegar a realizar acciones que
parecen del todo punto imposible, como doblar objetos con la mente, atrapar una
bala con los dientes o hacer desaparecer un edificio…
Hermes nos dice con la ley
mental que la magia es posible, que la realidad de una persona puede cambiar si
cambia la percepción de lo que su mente administra, de lo que crea, de lo que
imagine y de lo que consolide. No tenemos que sacar conejos de una chistera
pero si podemos encontrar soluciones a problemas porque tenemos el poder de
crear y creer que las alternativas están, solo que quizás nuestro ojo y nuestra
mente todavía no puede verlos porque la imaginación aún no se lo mostró. Y así
se abre la primera puerta del templo interior.
2. EL PRINCIPIO DE LA
CORRESPONDENCIA
“Como es arriba es abajo,
como es abajo es arriba”
Esta ley nos habla de
direcciones, pero no son direcciones físicas, si no que relata la capacidad de
materializar todo aquello que podamos tener “en mente”. Pero entendamos que en
nuestros pensamientos podemos tener alojada una o varias emociones.
Si el sentimiento es
negativo o destructivo, la mente nos volcará ideas que no compitan con esa
predisposición.
Aquí tenemos que tener en
cuenta que para bien o para mal tenemos abierta la puerta de la primera ley.
Entonces la correspondencia que es la
segunda ley, actuará coherentemente a los mandatos internos, arrastrada por esa
primera ley.
Dividamos a una persona en
dos partes. Una mitad será desde la cintura hasta la cabeza y la otra desde el
estómago hasta los pies. En una de esas partes habitará sus mejores cualidades
y en otra sus miserias.
Imaginemos que arriba es
donde están las cualidades elevadas y por ello emplazaremos en esa mitad la
cabeza y el torso. Para las actitudes menos agradables pondremos la parte que
va hacia las extremidades inferiores.
Para todo un colectivo social,
la cabeza y el pecho es donde se asocia que están los pensamientos y las
emociones. Igualmente se relaciona que en el estómago se alojan los miedos, las
rabias y que decir con aquella frase que” los pies tienen que tocar el suelo”.
Por ello estos últimos son de alguna manera el arquetipo de lo que es seguro.
Una vez tenemos las
divisiones hechas imaginar que el punto central de nuestro ser es paralelamente
el punto donde se manifiesta la realidad a través de las actuaciones de cada
individuo.
Si en una persona tiene más
peso en la parte elevada de su persona con todas sus buenas cualidades,
entonces el conducto de la energía fluirá y se manifestará con esa
predisposición. Eso es lo que nos revela la ley de la Correspondencia, porque
como es arriba es abajo y se exterioriza y se alinea con nuestro centro, en ese
punto central que tiene que ver con el presente, con lo que se manifiesta en el
día a día.
Pero imaginemos que ocurre
todo lo contrario y que la urgente necesidad de seguridad que al fin y al cabo
es la prima hermana de los miedos tiene tanto poder que borra y paraliza la
parte elevada de una persona. O bien que el temor hace que la información que
debe recibir la parte elevada sufra un cortocircuito y no sea capaz de asimilar
las contradicciones que ordena la parte contraria, pues no olvidemos que arriba
reside la tolerancia etc…Ahí tenemos un cambio de dirección y la ley de la
Correspondencia nos dice que como es abajo es arriba,.. Así que esa tolerancia
cederá el lugar a todo lo que viene de la parte más baja del ser y se dejará
gobernar por esas autoridades. Ahí, lógicamente, el punto central se
manifestará con hechos que se correspondan a la ley.
La inconsciencia se adueña
de las direcciones de la ley de la Correspondencia y las gira totalmente,
dejando actuar en la parte más elevada de nuestro ser a emociones de bajo
calibre e ideas funestas. Por ello no es de extrañar que en la vida se generen
situaciones caóticas y desagradables.
Cuando esta ley se tiene
clara, es el momento de darle una vuelta de rosca a esta norma y pensar que la
parte más elevada de un ser es su alma y su espíritu y que la que está abajo es la forma humana. Por ello
es bueno tener confianza total en los designios de nuestra alma ya que ella
siempre está asistida por lo mejor de nuestra sabiduría interior.
Nuestra energía siempre está
en movimiento y se moldea con las pautas que marcan desde la sede superior. Si
allí gobierna la incertidumbre, esa expresión de poder se hará presente en la
vida.
3. EL PRINCIPIO DE LA
VIBRACIÓN
“Nada descansa; todo se
mueve; todo vibra”
Todo está en movimiento;
todo lo que haces tiene una consecuencia.
Somos masa corpórea que
puede medir su vibración por medidas de impulsión. Los médicos utilizan
aparatos medidores para ver la longitud vibracional que hace un corazón o bien
los impulsos de la mente. Según la frecuencia obtenida vemos la línea que hay
entre la vida o la muerte. Cuando una vibración baja es síntoma de que la
persona está en proceso de decaimiento.
Para tener una onda
saludable se nos pide tener arraigadas costumbres tales como alimentarse de
forma muy sana, hacer deporte etc...
Para el mundo espiritual es
lo mismo, pero esa alimentación sana tiene que efectuarse con un tipo de comida
distinta que es la emocional. La bondad y la generosidad son platos exquisitos
que mantienen en perfecto estado la mente superior y el mejor deporte de riesgo
que práctica el espíritu es el pensamiento positivo.
Si trazáramos un dibujo con
unas ondas y en medio de ellas dibujáramos una línea recta, obtendríamos un eje
vibracional. Los pensamientos positivos producen subidas de ondas con respecto
a ese eje. Algunos estudios en varias universidades han revelado que cuando una
gran colectivo de personas actúa con la intención de dar amor en cualquier
área. La zona que está siendo beneficiada por ese trabajo se recupera o
adquiere algún beneficio.
Un ejemplo sería las
oraciones que se vertieron sobre una ciudad de Estados Unidos donde bajaron
ostensiblemente los atracos y los crímenes durante el tiempo que duraron los rezos.
Otro ejemplo a otra escala son los trabajos realizados sobre el agua del doctor
Masaru Emoto.
Por todo ello esta ley nos
enseña que es de suma importancia conocer el nivel ondular que tenemos con
respecto a nuestro propio eje vibracional, pues así esté nuestra onda, así nos
influenciará a nosotros mismos y a nuestro entorno.
Por otro lado, la física nos
enseña que si la vibración de nuestros
cuerpos se igualara al ritmo del cualquier objeto, seriamos capaces de poder
atravesarlo.
Relacionando la tercera ley
con el estudio de la física, es posible que Hermes nos quisiera dar una pista
para entender el fenómeno de la ascensión e incluso de los viajes entre
dimensiones.
Los relatos de Rhamthan, hablan
de cómo su cuerpo se elevó porque elevó su vibración y así consiguió alcanzar
otro plano de existencia.
4. EL PRINCIPIO DE LA
POLARIDAD
“todo es dual; todo tiene
polos; todo tiene su par de opuestos”
Calor y frío son iguales en
cuanto a la rama familiar, pero se comportan de diferente forma. Lo mismo
ocurre con el bien y el mal o con la tristeza y la alegría.
Esta ley nos permite
entender la posición que uno tiene sobre su propio eje de actuación y que depende
de hacia dónde nos movamos, obtendremos uno u otro resultado. La cuarta ley nos
habla de la libertad de comportamiento pero también de las consecuencias de esa
libertad. Es libre la dirección que decidamos tomar con nuestras actitudes
porque la línea de aprendizaje para cualquier cuestión está trazada. De
nosotros depende hacia donde caminar porque si estamos en algo que nos oprime
debemos saber que al otro extremo está la libertad.
Todo ello le da a la vida un
sentido de humildad pues podemos ver que el listo o el tonto están en la misma
línea pero en extremos diferentes y uno puede aprender y el otro dejar de
hacerlo…
La Polaridad también nos
hace apreciar el sentido del equilibrio de la vida. Conocer la dualidad y saber
que tras cada motivo hay una razón. Que junto a un problema hay una solución.
Evidentemente no siempre las
soluciones que encontramos son las que más nos gustan .Por ello hay que
utilizar ese eje personal y mirar en que punto de la línea te encuentras o
mejor en qué ley te has atascado.
Ejemplos mundanos de
extremos de una misma línea hay muchos pero quizás uno de los que más me han
llamado la atención es aquel en el que a una persona le toca en un juego de azar,
una gran cantidad de dinero y lo mismo que lo gana lo pierde y entonces la
persona dice que está arruinado…
Sin embargo cuando no tenía
esa gran cantidad de dinero, no se consideraba una persona arruinada .Eso nos
dice que saltó a otra línea o eje y que allí conoció los dos extremos.
Todos tenemos montones de
ejes personales y con temáticas distintas la ley de la Polaridad nos indica hay
que estar atentos hacia donde nos dirigimos y de dónde venimos porque veremos
algo que se llama evolución o bien involución. Pero con la libertad de escoger el
camino porque el aprendizaje esté en la línea que tenemos trazada.
5. EL PRINCIPIO DEL RITMO.
“Todo fluye afuera y dentro; todo tiene sus
mareas; todas las cosas se elevan y caen”
Todo tiene subidas y
bajadas, nada se detiene ni está quieto. La ley del Ritmo nos ayuda a entender
el tema del orden cósmico, de la velocidad personal.
La quinta ley nos enseña que
todo tiene su momento, y conocer y respetar esos momentos ayuda a tener calma y
paciencia.
Un ejemplo son las
estaciones del año; o la época ideal para sembrar y para recoger la cosecha. La
naturaleza está llena de ejemplos de ritmos…las olas del mar con sus
movimientos, las fases lunares, etc.
Igual que también nos da un toque para desarrollar la
observación. Saber si en momentos puntuales hemos de acelerar o ralentizar
nuestro ritmo.
Normalmente no sabemos
controlar el ritmo porque no fluimos con los mensajes que nos da la vida. Con
las demostraciones de los incidentes que nos indican qué estamos produciendo en
ese momento.
La incomprensión o un ritmo
de vida desacompasado es tan grotesco como bailar un Vals con el sonido de un
Roc And Roll. Es descentrado y lleno de torpezas. Si no se crea un sentido del
ritmo de vida con armonía ,es muy posible que nos encontremos fuera de contexto
y desubicados sin saber qué hacer con nuestra vida y hacia dónde ir.
Por otro lado si aceleramos
nuestro natural ritmo de avance sin utilizar la observación; Es decir si no
escuchamos nuestra propia música, si no aprendemos a escucharnos a nosotros
mismos, a escuchar a nuestro cuerpo, podemos llegar a precipitarnos o hacer
juicios y valoraciones erróneas.
El Ritmo nos enseña a vivir
en el presente tal y como se presenta y a obrar con total conciencia sabiendo que
así procedamos así viviremos. Nos habla de justicia, pero no de una justicia
lineal, si no de algo que se mueve en todas las direcciones.
Creo que la frase
actualizada de Hermes sería: “Vive en el presente porque el pasado viaja hacia
ti cuando piensas en él, por ello no vivas a destiempo y el futuro llega como
llega porque lo haces impensable.”
6. EL PRINCIPIO DE LA CAUSA
Y EFECTO
(La ley del péndulo)
“Nada se produce por casualidad.
Todo ocurre por un motivo”
Esta ley nos da el toque de
atención necesario para que estemos atentos a los sucesos que ocurren en
nuestro entorno, Así mismo nos invita a tomar nota del tipo de personas que
tenemos en el ámbito familiar y también ser observador de todo lo que se acerca
porque el principio de la ley, ya nos dice que todo lo que ocurre no es
producto del azar. Que evidentemente hay un plan más allá de la noción practica
con la que nos desenvolvemos y que las personas o las circunstancias que vamos
a vivir, son producto de algo que anteriormente nosotros hemos proyectado e
incluso planeado.
Todas las tareas, acciones,
pensamientos que realizas te las volverás a encontrar. Porque todo vuelve, todo
regresa. Incluso nosotros, vida tras vida. Pero la ley pendular nunca nos habla
de un regreso lineal, si no que todo lo que puede regresar va más allá de la
vida de una generación o de un tiempo concreto.
Vivir el presente es el
estado de equilibrio para hacer que nuestro péndulo sea en su ir y venir como
un columpio que te mantiene agradablemente expectante, sin perder la calma y
respetando los tiempos. No podemos balancearnos con impulsos que no tocan
porque nos caeremos del columpio.
7. EL PRINCIPIO DEL GÉNERO
“Todo tiene su principio
masculino y femenino; el género se manifiesta en todos los planos”
La ley del Género hace posible
que haya creación y perpetuidad.
Para mantener el orden de
los principios universales es necesario la administración de los propios
principios. Y para ello tenemos esta ley. Saber qué género debe actuar en cada
acción es conocer la función de lo femenino y de lo masculino.
La parte masculina da y la
femenina recibe y ambas al unísono crean, dan vida y nos hacen eternos.
El género masculino nos
conecta directamente con la parte más elevada de nuestros Ser; por ello será el
piloto que debe llevarnos hacia las metas que nos propongamos.
La parte femenina se encarga
de recibir las pautas que da el género masculino e idea la forma de llegar a lo
que uno se propone.
En lo masculino reside el
propósito y mandato de cualquier cosa y en lo femenino el libre albedrio de la
persona.
La fusión y acoplamiento de
ambos géneros es la boda alquímica; es decir el compromiso interior de tu alma.
La ambigüedad de género da
como resultado la fuerte tendencia de que uno de los dos géneros sea el
dominante y con ello la experiencia de vida está supeditada a buscar el
equilibrio interior.
Maribel Bermúdez.
Canalización realizada en
2016.
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