miércoles, 20 de marzo de 2013

AYUDANDO A DESPEDIR UN ALMA.


Cada día abundan más las terapias de todo tipo y entre ellas,las que tienen que ver con despedir entidades o con acompañar a las almas que parten hacia el otro lado.
Aquí os dejo un ejemplo de amor,respeto y confianza ante un acto de despedida.Os lo mando tal y como lo recibí,pues todavía mi persona se siente sobrecogida ante tanta grandeza.
Lo realizó una persona que intenta dar cada día un pasito más hacia lo que conocemos como vivir y actuar con la conciencia.
Esta es su experiencia a través de una meditación activa,hecha con el propósito de ayudar a elevar un espíritu.Quizás por eso es que algo dentro de ella despertó, quizás acudió a cada célula de su cuerpo esa memoria Lemuriana y con ella recordó como se ayuda a alguien a volver a casa.



Esta vez se ha marchado una gran amiga de mi madre, que ya intuía que se estaba marchando aunque ella no lo decía.Anoche me llamó mi madre para darme la noticia, y lo que me salió automáticamente fue encerrarme en una habitación para preparar un pequeño altar con una velita, una imagen del Arcángel Miguel, un cuarzo blanco y el aroma del palo santo.


Llegué al Mt. Saint Michael con ella, yo escogí a San Miguel como guía, y ella se abrazó a Jesús como una niña que se funde en los brazos de su padre. De repente sentí la necesidad de pronunciar 12 OMs, y cuál fue mi sorpresa cuando comencé a pronunciarlos en voz alta, y TODOS los guías y maestros los pronunciaron conmigo (piel de gallina al recordarlo). Vi a los 72 maestros de la Cábala como si fueran un coro de gospel, colocados por filas, en los peldaños de una escalera que no había visto nunca dentro del templo. A medida que íbamos repitiendo el mantra, frente a ella y a Jesús se fue formando un holograma.Primero era una pequeña esfera que con cada OM crecía más y más, hasta convertirse en un portal precioso que emanaba luces de colores que no sabría describir con palabras. Sólo sé que se marchó por allí y que Jesús la acompañó. Se llevó muchísimo amor y agradecimiento de todas las personas que tuvimos el placer de conocerla y compartir con ella agradables momentos. Y yo me he quedado con un sentimiento muy grande de agradecimiento, tranquilidad y aceptación. Al terminar los mantras, hubo un rato de silencio absoluto y al terminar toda la meditación la palabra PAZ salió tres veces de mi boca.

*Gracias amiga mía por dejarme compartir con más personas ese momento de intimidad.

Maribel Bermúdez.Crecimiento Activo.Creando Conciencia.

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